¿Conocéis los beneficios de incluir aceites en las rutinas de cuidado facial? ¿Se pueden usar por la mañana? ¿Se tiene que aplicar antes de la crema facial? ¿Es adecuado para pieles grasas? Aquí os ayudamos a esclarecer todas estas dudas.
Para responder a todas estas preguntas, antes hablaremos del aceite de germen de arroz. Un activo que está presente en muchas de nuestras formulaciones, pero que, debido a sus propiedades y los buenos resultados obtenidos, también lo podéis encontrar puro y aplicarlo como un excelente serum facial.
El aceite de germen de arroz es considerado como un “aceite seco”, pero esta afirmación entra en contraste con todas las características que se le atribuyen a la palabra aceite: textura untuosa, grasa, denso, crea brillos, etc., pero la textura de éste nada tiene que ver con la de los demás, ya que resulta ligero al tacto y no deja sensación grasa. Todo ello hace que sea adecuado para todo tipo de pieles, incluso las pieles grasas. Por todas sus propiedades, el aceite de germen de arroz es considerado uno de los más completos del mercado. Para conocer mejor este magnifico aceite, a continuación, veremos qué es, de dónde procede, sus propiedades y unos consejos de cómo aplicarlo.
¿Qué es el germen de arroz?
Oryza sativa es una planta que contiene unas semillas, que comúnmente se conocen como arroz. El germen de arroz supone el 2% del total de la semilla, pero es en esta parte donde se albergan la mayoría de sus propiedades. Para obtener el aceite, previamente se separa el germen de la semilla, y ya en nuestras instalaciones y mediante procesos mecánicos obtenemos el aceite de germen de arroz de primera prensada en frío.
Propiedades
Sus propiedades se deben a su alta concentración en los siguientes activos:
α tocopherol (vitamina E); por su capacidad antioxidante ayuda a retrasar los efectos del envejecimiento.
Gamma-oryzanol; es un potente antioxidante. Esta capacidad antioxidante la proporcionan los ácidos ferúlicos que lo componen y que tienen, además, un potente efecto protector contra los rayos UV.
La co-enzima Q10; ayuda a proteger a las células contra el daño de los radicales libres, aparte de jugar un papel clave en la producción de energía celular, por lo que aporta vitalidad a la piel.
Los fitoesteroles; proporcionan una acción anti-inflamatoria, cicatrizante y reparadora.
Los ácidos grasos Omega 3 y 6; evitan el deterioro de nuestras células, aportan flexibilidad a nuestra piel y mantiene la permeabilidad de las membranas celulares.
Consejos de aplicación
Si aplicamos correctamente el aceite de germen de arroz, podemos usarlo tanto por la mañana como por la noche. Para ello, recomendamos que se sigan los siguientes pasos: después de una buena limpieza facial con agua micelar, jabón o leche limpiadora (según gustos o necesidades), humedecemos el rostro con Agua de Nua y antes de que se absorba, aplicamos entre tres o cuatro gotas en el rostro, cuello y escote haciendo un pequeño masaje hasta su total absorción. Como paso final, aplicamos la crema facial.